miércoles, 17 de abril de 2013

República Totalitaria de Venezuela: Democracia vs. Totalitarismo


Había pasado años de mi vida (incluso antes de ingresar a mi carrera, Estudios Políticos y Administrativos) tratando de argumentar porqué este gobierno no era antidemocrático, claro, tampoco afirmaba que era democrático. Incluso, ayer, escribí un artículo donde decía que Venezuela era el único país donde diferentes formas políticas se juntaban en un solo gobierno.

En la Universidad, cuando un profesor te define la democracia empieza con lo siguiente: “La democracia viene del griego ‘demos’ que significa pueblo, y ‘kratos’ que significa poder; por ello, la democracia es la forma política donde se le otorga poder al pueblo… blah, blah, blah”. Empezando por el principio de que otorgarle poder al pueblo no es solamente darle derecho al voto, la democracia va más allá de un proceso electoral.

La democracia, explicándoles coloquialmente, se resume a la participación política de los ciudadanos, sea en procesos electorales como en su libertad de expresión, opinión y tránsito. Es decir, un gobierno democrático debe permitir elecciones imparciales y justas, debe permitir que sus ciudadanos piensen como deseen pensar, expresen estos pensamientos y tenga la libertad de transitar en su territorio sin ser marginados por sus ideas. A eso se puede resumir la democracia contemporánea.

La antítesis de la democracia es una forma típica de la Europa entreguerras, que fue el totalitarismo. Antes de definir qué es un gobierno totalitario, y brindarles tips para que saquen sus propias conclusiones, debo resaltar que totalitarismo no es igual a fascismo, nazismo ni comunismo. Fascismo y nazismo son estructuras y formas políticas de derecha, y el comunismo es de izquierda. El totalitarismo engloba estos sistemas pues presenta dentro de sí unas características que fueron igualmente aplicadas en la Alemania nacionalsocialista (nazi), la Italia fascista y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas con su marxismo-leninismo y posteriormente marxismo-stalinismo (resumidos a comunismos).

Nos referimos al totalitarismo como aquellos regímenes políticos donde la libertad (expresión, opinión y tránsito) queda seriamente limitada, y el país es dirigido por un partido único que se funde con las instituciones del Estado y ejerce el poder absoluto sin restricción alguna. Asimismo, usan excesivamente la propaganda política, mecanismos de control económico, político y social, disponen de una policía secreta y exaltan la figura de un líder con poder ilimitado que manifiesta autoridad absoluta ejercida jerárquicamente y que conllevará a toda su masa a una sociedad perfecta.

¿Totalitarismo es autocracia? No necesariamente. La autocracia (como dirían los profesores: viene del griego ‘auto’ de sí mismo, y ‘kratos’ de poder, es decir el que se da poder, o controla el poder por sí mismo) tiene como característica que el poder lo ejerce una sola persona, mientras que el totalitarismo se maneja más con la existencia de un partido político único.


12 CLAVES PARA IDENTIFICAR UN TOTALITARISMO
  1. ·  El monopolio de la actividad política legítima es manejado por un partido único, que está basado en una ideología que le confiere una autoridad absoluta.
  2.    Uso excesivo de la propaganda política a favor del régimen.
  3. ·  El partido político del régimen, que llegaría a ser el partido único del país, se fusiona con el Estado y todas sus instituciones.
  4. ·  La ideología se convierte en la verdad oficial del Estado.
  5. ·  El Estado es quien ha de controlar todos los medios de comunicación.
  6. ·  Se politizan todas las actividades.
  7. ·  Cualquier tipo de falta que cometa el individuo en el campo económico o laboral, será tomado a su vez como una falta ideológica, y por ello una falta contra el Estado.
  8. ·  Gobierno de terror.
  9. ·  La economía es controlada por el Estado.
  10. · Única representación posible. El partido único es quien representa auténticamente a los ciudadanos.
  11. ·  Imperialismo militarista.
  12. ·  Dogmatismo de ideas, por ello, intolerancia a ideas contrarias.


Me han preguntado si Venezuela vive un totalitarismo hoy día. Acabo de escribir doce claves para identificar si un gobierno es totalitario o no, y particularmente veo al gobierno bolivariano de Venezuela como un conjunto de personas tan ineficientes, negligentes y poco capaces, que creo que nos han inducido a un régimen totalitario y ni siquiera se han dado cuenta. Ni siquiera han de saber lo que significa.
Sin embargo, he de acotar que con el término 'inducir' me refiero a que sí presentamos rasgos totalitarios en el país, sin embargo, es falso que nos encontramos en un totalitarismo pleno en Venezuela. Por ahora.

He tratado de ser lo más objetiva posible en cuanto a la terminología, pero, en los últimos tres días hemos sido testigos de la mayoría de las características que acabo de exponer. Un ejemplo claro: el día de ayer, se negó el derecho de palabra de los diputados de la Asamblea Nacional que no reconocen a Nicolás Maduro como Presidente electo de Venezuela; asimismo, se emitió una orden de captura a los principales líderes opositores del país, tales son Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López; hubo amenazas hacia quienes querían concentrarse hoy en la sede del Consejo Nacional Electoral para exigir reconteo de votos; el uso excesivo (tan excesivo que he de calificarlo como una grosería y un insulto al país) de cadenas nacionales, para emitir comunicados repetidos e inaugurar obras, además de insultar a la mitad de la población venezolana.

Cada quien es libre de sacar sus propias conclusiones sobre lo que he expuesto, sólo le pido a ambos lados que sean objetivos. Calma y cordura, que al final, todos somos una sola Venezuela.



Fuentes consultadas:
Aron, R. (1968)  Democracia y totalitarismo.  Seix Barral
Guy Hermet (1996). Totalitarismos. Fondo de Cultura Económica.

martes, 16 de abril de 2013

¿Fascismo en Venezuela? 10 claves para entender el fascismo.


¿Fascismo en Venezuela? 


Se ha convertido en una muy mala costumbre llamar “fascista” a aquellos hechos violentos que ocurren en nuestro país. La oposición salió a marchar ayer y agredieron a alguien: ¡son fascistas! Motorizados oficialistas fueron a agredir a huelguistas en La Castellana: ¡son unos fascistas! Pero, ¿en realidad sabemos a qué nos referimos cuando llamamos a alguien fascista?  

Tomando el ensayo del Profesor de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la Universidad Central de Venezuela, Edgardo Riciutti, “es preciso ubicar al fascismo como un movimiento político de masas, surgiendo en Italia a principios del siglo XX, galvanizado alrededor del culto al líder, alimentado por el mito de ciclos históricos de grandeza heróica y jerarquizado de forma piramidal y elitista, en torno a una estructura de partido único”.

Para que entiendan un poco el contexto histórico y dejar la menor cantidad de huecos posibles, en el siglo XIX comienza el proceso emancipador que reunificó y liberó a la nación italiana de siglos de opresión extranjera, y generó una unidad político-nacional y territorial de la península, en torno al Estado monárquico de los Savoia. Este proceso de emancipación se llamó il Risorgimento (el resurgimiento). Se crean tres planes para unificar la península itálica, y termina triunfando las ideas del Giuseppe Mazzini y su llama “Giovane Italia”, basada en el redescubrimiento de los valores sociales y los deberes junto a los derechos; y el mecanismo que utilizaría para unificar al país sería una insurrección popular basada fundamentalmente en la acción del campesinado del centro-sur de la península. El problema de esos procesos era que efectivamente, unían territorial y políticamente a la nación italiana, pero no había ningún tipo de afinidad o sentimiento de unidad entre las regiones de la península, ni con las figuras legisladoras ni ejecutivas. La fragmentación regional, la pobreza y la debilidad del naciente Estado unitario (incapaz de monopolizar la violencia para instaurar el orden interno) conformaron los componentes más idóneos para la difusión de procesos centralizadores y totalizadores como el fascista.

Ahora bien, el fascismo se nutre de teorías inspiradas en el Estado ético de Hegel y su concepción colectivista, en oposición a la ilustración y a la preeminencia del individuo sobre el Estado, típica de la visión liberal. La autodeterminación del individuo como tal desaparece, su devenir carece de independencia, se suprime su personalidad, pierde su libertad, porque todo esto deriva al Estado. Al no existir una libertad en sentido abstracto, emerge una propensión real hacia una nueva concepción organicista del Estado; la devoción, el ímpetu y el obrar del individuo, en comunión con sus similares, deben responder a un imperativo ético: la grandeza de la nación encarnada en el Estado. El sacrificio al que alude Hegel es total y absoluto, es decir, incluye la muerte por el Estado. Pensamiento que complementa Spaventa, con bases conservadoras y reaccionarias, fundadas en la divinidad del Estado.

El fascismo se encargará de regir todas las manifestaciones pensantes dentro de su sociedad, es decir, no mediará ni cumplirá su papel de árbitro (el Estado), sino que condensará los intereses particulares en generales, en universales, en éticos, es decir: la diferencia entre lo público y lo privado se desvanece.

10 rasgos característicos del fascismo

1.   Exaltación de la grandeza histórica. Benito Mussolini, en sus discursos hacia su pueblo, recurría a la Roma imperial, a la Roma grande, afirmando que una vez fueron grandes, y debían y podían volver a serlo. La exaltación de la grandeza histórica fue un elemento clave para la unificación sentimental de la península.
2.   Divinidad del Estado. Como expusimos antes, el fascismo se alimenta de ideales de Hegel y Spaventa. Se pierde la noción del individuo y su libertad, y éste, si ha de ser necesario, debía dar la vida por el Estado.
3.   Estado corporativo fascista. Se utiliza el corporativismo de la Edad Media, es decir se agrupan a las personas según su gremio, para un mejor control económico, político y social de las mismas.
4.   Reconocimiento de los sindicatos fascistas, como los únicos representantes de los trabajadores del Estado.
5.   Se abolió las elecciones para entes municipales: serían por nombramiento del gobierno.
6.   Fue prohibida la prensa antifascista y todos aquellos elementos en contra del Estado fascista.
7.   Disolución de partidos políticos (a excepción del fascista).
8.   Se crea la Organización para la Vigilancia y Represión Antifascista.
9.   No existe diferencia entre lo público y lo privado. Es un Estado totalitario.
10. Se propone la transformación del sistema educativo. Se busca transformar la educación para la realización de una renovación religiosa y cultural que enfrente a las vertientes filosóficas de la ilustración y del positivismo.

El fascismo luchó duramente en contra de cualquier adversario político, incluso llegó a utilizar a la violencia como recurso inherente a la confrontación política en contra de sus adversarios naturales en sentido ideológico: los socialistas de izquierda.

La pregunta es, ¿hay fascismo en Venezuela? Creo que después de lo expuesto, cada quien puede sacar sus propias conclusiones. A mi parecer, no existe fascismo en mi país. Ante todo porque, el fascismo fue un movimiento político que fue característico de la época totalitaria europea, y un capítulo específico de la historia de Italia, irrepetible en ese país, en Europa o cualquier parte del mundo. Cada movimiento es único. En segundo lugar, el fascismo es un movimiento de derecha y en Venezuela no hay ningún partido o sector de derecha. Por último, a pesar de que no creo que haya fascismo en Venezuela, y me parece absurdo y ridículo este término que tristemente ha salido de la boca de muchos venezolanos, soy fiel creyente que sí existen rasgos totalitarios en Venezuela, y no sólo es preocupante, sino que hay ejemplos a nivel mundial de cómo ha afectado a las sociedades víctimas de un régimen totalitario, y cómo terminan los líderes totalitarios.

Debo acotar, que decir que creer en la existencia de rasgos totalitarios en Venezuela, no es afirmar que vivimos en un totalitarismo, porque bien es cierto que cada día hay menos diferencia entre lo privado y lo público, han cerrado medios de comunicación (o la peor excusa: no se “renovó la concesión”) por estar en contra del régimen, amedrentan con armas de fuego a los que no están con el gobierno, dejaron sin empleo a miles de familias por una lista de personas que no estaban con el régimen, atentan contra las protestas pacíficas… No, aquí no hay ni fascismo, ni totalitarismo, ni democracia, ni socialismo. Pero extrañamente, hay un poco de cada una de estas formas.